GENEROSIDAD: ES MÁS QUE CAPACIDAD HUMANA, ES PODER DE DIOS.

IDEA CENTRAL:

No es por nuestra fuerza, cálculo o inteligencia, es por Su poder que Dios nos habilita, nos equipa y nos respalda para dar con generosidad.

TEXTO BASE: 2 Pedro 1:3 (NTV): “Por su DIVINO PODER, Dios nos ha dado todo lo que necesitamos para llevar una vida de rectitud.”

REFLEXIONES

1 – EL PODER PARA TRANSFORMAR, DESATA EL PODER PARA DAR.

Pedro escribe a creyentes cansados, perseguidos y tentados a retroceder. Les recuerda que no dependen de su propio esfuerzo, sino del “dýnamis” de Dios: la fuerza activa, la energía viva del Espíritu Santo actuando en ellos. Ese poder no solo transforma el corazón…también habilita la obediencia a Sus propósitos. Cuando doy desde mi capacidad humana, mi entrega es limitada. Cuando doy desde Su poder, mi entrega fluye desde lo que Él ya depositó en mí.

2 – LA GENEROSIDAD ROMPE BARRERAS CUANDO NO SE BASA EN NÚMEROS.

Cuando damos solo desde nuestro cálculo, reducimos la obediencia al frío lenguaje de la conveniencia. Ahí la ofrenda se vuelve matemática. Pero cuando damos desde el anhelo de honrar a Cristo y el poder del Espíritu Santo, ocurre algo mayor: nuestra generosidad toca la eternidad. Lo que entregamos ya no es “costo”, sino confianza; ya no es “pérdida”, sino siembra.

3 – DAR CON PODER ES UNA REVELACIÓN, NO UNA TRANSACCIÓN.

Cuando el corazón entiende que Dios provee antes de pedir, la ofrenda deja de ser un intercambio religioso y se convierte en una respuesta de fe. El poder de Dios transforma la obediencia en gozo, y el sacrificio en un acto de adoración. No damos porque podemos. Damos porque Él nos empodera para honrarlo.

FRASE CLAVE: “Dios nunca pide lo que Él no ha puesto primero en tus manos.”

ORACIÓN:

Señor, gracias porque Tu poder me habilita, sostiene y equipa para la generosidad. Libérame de dar desde el miedo, la lógica o la escasez. Enséñame a obedecerte desde la convicción de que Tú provees, diriges y respaldas. Que cada acto de generosidad sea fruto de Tu poder en mí. En el nombre de Jesús, amén.

ACCIÓN PRÁCTICA:

Identifica una área donde siempre has dado “según tu capacidad” y pídele a Dios que te muestre cómo obedecer “según Su poder”. Haz hoy un acto pequeño, concreto y deliberado que rompa la lógica del cálculo y afirme la lógica del poder de Dios actuando en tu vida.

Gracias por llegar hasta aquí, te invito a compartir tus dudas o comentarios y así no solo crear una comunidad de lectores, sino una conversación entre personas que exploramos lo que aprendemos. Nos vemos mañana.