LA CULTURA PERDIDA DEL HONOR

TEXTO BASE:

1 Samuel 2:30 (NTV) “Yo honraré a los que me honran.”

3 REFLEXIONES:

1.- EN ESTOS DÍAS SE HABLA POCO DE LA HONRA

Parece una palabra antigua, algo de viejas historias, de caballeros, de épocas que ya pasaron. Sin embargo, el honor no es un accesorio del pasado; es un fundamento invisible que sostiene vidas, familias y generaciones. Cuando se pierde la honra, se debilitan los vínculos, se rompe el respeto, se apaga el agradecimiento y se erosiona la identidad. Por eso la cultura bíblica no trataba la honra como un gesto opcional, sino como un estilo de vida. Honrar era reconocer el valor y el peso de alguien; era dar lugar, agradecer, respetar y actuar con intención.

2.- LA HONRA EMPIEZA RECONOCIENDO EL VALOR Y PESO DE DIOS

No solo diciendo que es importante, sino tratándolo como importante. Y de ahí, se extiende también a la familia: en la forma de hablar, de servir, de agradecer. Se extiende a las personas, a las oportunidades que se nos brindan y a la bendición que ya tenemos en nuestras manos.

3.- LA GRAN PREGUNTA: ¿QUE GANO CON HONRAR A DIOS?

Una respuesta honesta: Nada…y al mismo tiempo todo. Nada, porque la honra no es un trueque. No se honra a Dios para obtener algo. Sin embargo, también lo ganamos todo. Él ya nos dio todo: salvación, perdón, propósito, identidad. La honra transforma a quien honra. Una vida que honra a Dios no pierde, siembra. Lo que se entrega para honrarlo no desaparece, se convierte en bendición.

FRASES CLAVE:

“Dios no necesita lo que damos, pero nosotros sí necesitamos lo que pasa dentro de nosotros cuando damos.”

“Por medio de la honra, el corazón se alinea, el orgullo se quiebra, la gratitud respira y la fe se fortalece.”

“Donde hay honra, hay carácter, hay Presencia de Dios y promesas que florecen."

PROPUESTA DE ORACIÓN DEL DÍA:

ACCIÓN PRACTICA:

¿A quién y en qué área he dejado de honrar?

¿Qué acción práctica puedo hacer hoy para expresar honor?