DANDO MÁS ALLÁ DE LO ESPERADO
- Ps. Carlos Gonzalez

- hace 3 días
- 2 Min. de lectura
IDEA CENTRAL:
Dar con poder no nace de la abundancia humana, sino de la relación con Dios. La generosidad verdadera no se mide por lo que tengo, sino por la clase de confianza que estoy desarrollando.

TEXTO BASE: 2 Corintios 8:3–5 (NTV): “Puedo dar fe de que dieron no solo lo que podían, sino aún mucho más. Y lo hicieron por voluntad propia. Incluso hicieron más de lo que esperábamos, porque su primer paso fue entregarse ellos mismos al Señor y a nosotros, tal como Dios quería.”
REFLEXIONES
1 – RICOS EN TALENTOS, POBRES EN GENEROSIDAD.
Pablo escribe a una comunidad brillante: Corinto. Rica en dones, talentos, oradores, entusiasmo y conocimiento bíblico, pero débil en algo esencial: la generosidad. Para despertar su corazón, Pablo les cuenta la historia de otra iglesia que no tenía casi nada…pero sabían dar con poder en respuesta a lo que conocía de Dios en sus vidas.
2 – DAMOS DESDE NUESTRA RELACIÓN, NO DESDE NUESTRA CONDICIÓN
No eran empresarios poderosos ni iglesias con recursos ilimitados. Eran creyentes perseguidos, viviendo tiempos difíciles, con situaciones económicas complicadas, pero conectados con la presencia de Dios. No dieron desde su riqueza humana, sino desde la riqueza de su comunión con Cristo. Dieron porque habían sido empoderados por Él.
3 – GENEROSIDAD SINCERA Y SIN PRETENSIONES.
2 Corintios 8:2 (NTV) // Estas iglesias están siendo probadas con muchas aflicciones y además son muy pobres; pero a la vez rebosan de abundante alegría, la cual se desbordó en gran generosidad.
En el verso 2, Pablo usa la palabra griega haplotēs, que significa “generosidad sincera” — sin pretensión, sin cálculo, sin interés propio. Es la generosidad que brota del anhelo de honrar. Es dar con poder: dar con libertad, alegría y propósito. Es cuando honrar a Cristo no se limita a mi propia condición, sino a mi relación con Él.
FRASE CLAVE: La fe no es dar cuando tengo, sino obedecer cuando Dios habla.
ORACIÓN:
Señor, enséñame a dar con poder en todos los aspectos de la vida, no por emoción, sino por revelación. Que mi generosidad no dependa de mis recursos, sino de Tu Presencia en mí. Hazme un dador poderoso, movido por amor, fe y honra. En el nombre de Jesús, amén.
ACCIÓN PRÁCTICA:
Planea un acto de generosidad que desafíe tu comodidad. No des por obligación ni por cálculo, sino por fe. Recuerda: no se trata de lo que tienes, sino de lo que Dios puede hacer cuando obedeces.
Si llegaste a hasta aquí leyendo, te agradezco des like, compartas o comentes para que esto pueda llegar a animar a otras peronas en nuestra iglesia o a tu alrededor. ¡Nos leemos mañana!










Comentarios